Hola amig@s:
Hacer esta tarta ha sido muy especial para mi. Llevaba varios meses en mi cabeza y no sabía si sería capaz de hacerla, pero como estáis viendo, al final, todo es posible, sólo hay que proponérselo.
Esta tarta era un regalo para mi suegra, que ya que no puedo regalarle los zapatos de verdad (es una fan de Sexo en Nueva York), nos tendremos que conformar con uno de azúcar.
Como quería darle todo el protagonismo al zapato, la tarta en si, la hice sencillita y elegante. Usé los mismos cristales de azúcar en el borde que en el broche del zapato.
En el próximo post explicaré cómo hice el zapato, y os contaré cuales son los fallos para no volverlos a cometer, pero... no está mal, para no haber hecho un zapato en mi vida, ¿verdad?
¡¡¡CONTADME!!!