La tarta que os enseño hoy es un encargo de un compañero de trabajo para sus sobrinas.
A ellas les encantan las hadas, y como una tiene el pelo liso y la otra rizado, puse cada hada como cada nena.
Además, querían muchas flores así que sembré el pastel de todas las que pude poner.
Y alitas, porque son hadas y en teoría vuelan... ¿Y que mejor forma, que unas alas de mariposa?
El bizcocho era de chocolate y el relleno de choco blanco, negro y frutos secos.
Según me han contado, no sobró nada de nada...
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